martes, 17 de junio de 2008
Me convencí que era fuerte, que las opiniones ajenas no podían conmigo. A veces me crei fuerte, intenté demostrarlo y hasta ellos me creyeron. cuando hablo de esas personas, todavía hoy me pregunto quiénes son. tantos años, intentando convencerme que eran el enemigo cuando en realidad los enemigos no existen, sino que los creamos por una necesidad mayor, la de buscar un sentido; pero en todo caso, si tuviese que aceptar su existencia, se que nunca hubo otro enemigo más que MI PROPIA PERSONA. y eso es lo que más me molesta, lo que me hace sentir peor, el saber que llevo tanto tiempo detrás de una carcaza buscando protegerme de algo externo, cuando en realidad lo que me mata lo llevo dentro y que soy mi propio enemigo. busco ahora, descubriendo estas cosas, amigarme conmigo misma, y anhelo, encontrar mi camino.
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